Esta claro.
La captura de alias «Otoniel» el pasado fin de semana, no significa el final de la organización criminal denominada «El Clan del Golfo», cuyas siniestras actividades incluyen, además del narcotráfico, las extorsiones, la minería ilegal, la deforestación y el lavado de activos.
La inobjetable realidad la ha confirmado el Comandante de las Fuerzas Militares, General Luis Fernando Navarro, quien ha dicho que a pesar de que la captura de «Otoniel» es un golpe significativo para las autoridades, ahora el objetivo es «El chiquito malo», un individuo identificado como Jobanis de Jesús Avila Villadiego, quien es señalado como el segundo al mando en la estructura de «El clan del golfo».
Pero la tarea para agarrar a «El chiquito» y a los demás miembros de la cúpula del «Clan del Golfo» podría ser tan difícil como la captura de «Otoniel», un sujeto escurridizo que llevaba más de 30 años delinquiendo; inicialmente como integrante del desaparecido Ejercito Popular de Liberación (EPL), luego junto con su hermano Juan De Dios Usuga (Alias «Giovanni») en las filas de las FARC y más adelante, dando un giro de 180 grados, en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
En 2005 ese grupo se desmovilizó (dejó las armas) y los hermanos Usuga («Otoniel» y «Giovanni») se unieron a las filas del jefe narco Daniel Rendón Herrera, alias «Don Mario». En el año 2009, cuando alias «Don Mario» fue capturado, «Otoniel» y «Giovanni» quedaron a cargo de la organización.
El 1 de enero de 2012, cuando «Giovanni» murió a manos de la Policía Nacional, durante un asalto a una «narcofiesta» de fin de año, Otoniel se convirtió en el líder máximo de la organización que sucesivamente se había autodenominado como el «Clan Usuga», «Los Urabeños» y finalmente «El Clan del Golfo».
Ese largo recorrido criminal de «Otoniel», de 50 años de edad, truncado por la Policía con la captura efectuada en jurisdicción del municipio de Necoclí (Antioquia), si bien se convirtió, según palabras del Presidente Iván Duque, en «el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo en nuestro país, solamente comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90», le abre ahora las puertas a los hombres de confianza y lugartenientes de «Otoniel», encabezados por «El chiquito malo», entre quienes muy probablemente se va a desatar una lucha por la supremacía y el control de las rutas, mercados y territorios que dominaba «Otoniel».
Por tales hechos, las comunidades ubicadas en las zonas de operación del «Clan del Golfo» han elevado su voz de alerta, porque serían las más afectadas; razones por las cuales ahora viene un trabajo arduo de las autoridades, para dar con la captura de los capos que surgirán en la medida en que se vaya desarticulando esa organización.
Esta claro y es evidente. La captura de «Otoniel» no significa el final de «El Clan del Golfo».
Пока человек испытывает боль и дискомфорт, связанные с органической болезнью, все его внимание сосредоточено на подвергшемся патологическим изменениям органе, эта боль ограничивает его интерес
к внешнему миру. То же самое происходит
и с человеком, страдающим ипохондрией,
– пропадает общая человеческая
заинтересованность, больной перестает испытывать влечение.
Разница лишь в том, что при органическом заболевании человек испытывает физическую боль,
вполне объяснимую происходящими в больном органе изменениями.
Как вернуть интерес к жизни: 11 шагов
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