Presiones en el Pacto Histórico en el Atlántico

Definitivamente la política es dinámica.

Pero en unos casos esa dinámica es favorable y en otras se convierte en un peligro para la estabilidad de los partidos, movimientos, alianzas y acuerdos.

Muestra de ello son los hechos que se vienen produciendo al interior del Pacto Histórico, los que aparentemente suman para los intereses del candidato Agmeth Escaf en el Atlántico, pero que al final podrían producir una desbandada entre la militancia y por supuesto en el electorado causándole con ello un grave perjuicio a los intereses del partido.

Este hecho, que está generando lo que podría compararse con un movimiento telúrico, cuyos tremores apenas se están haciendo perceptibles, tiene su epicentro en la centralización que algunos partidos del Pacto le han dado a las decisiones de apoyo a los candidatos, lo que en el Atlántico apunta a la cabeza de lista cerrada para la Cámara.

El caso es que las directrices de los Jefes Nacionales en Bogotá de partidos como la Unión Patriótica, el Polo Democrático, el Partido Verde e inclusive Colombia Humana, van en contraria de lo expresado por su directorio local y por la militancia en el Departamento, en el afán de imponer un candidato como Agmeth Escaf, que ni siquiera asiste a los eventos del Pacto Histórico en el Departamento y ha centrado toda su tarea en la ciudad de Bogotá, donde ha encontrado terreno abonado para sus aspiraciones.

Contrario a lo anterior y observando los grupos de apoyo y en general la tendencia en el Atlántico debemos destacar que en la Colombia Humana, por ejemplo y varios sectores caracterizados del Pacto Histórico muestran hoy el siguiente comportamiento:

En la Colombia Humana, dividida en 4 sectores como consecuencia de las directrices y órdenes trazadas desde Bogotá, se observa que el sector de Máximo Noriega, Nicolás Petro e Iván Vargas y las Juventudes de Colombia Humana, apoyan a Miguel Angel Del Río. Lo mismo ocurre con el Partido Comunista y la UP y las tendencias Unidad Democrática, Juntos Llegamos, Movimiento Ciudadano y Somos Caribe.

Así mismo, obedeciendo a las presiones desde Bogotá, inclusive presiones provenientes de Gustavo Petro, quien está tratando de influir en su hijo Nicolás, se observa que los grupos de la Colombia Humana encabezados por Felizzola y Diana Salas, quien al parecer ya cambió de bando, apoyan a Agmeth Escaf. Lo propio hacen Armando Benedetti y Antonio Vallejo, quienes en Barranquilla le dicen si a Del Río y en Bogotá asumen una posición contraria. Capítulo aparte merece el hecho comentado y confirmado del apoyo que Escaf ha venido recibiendo de su ex compañera sentimental, Maria Antonia Pardo, Directora de Comunicaciones de la Campaña Petro Presidente a nivel nacional.

Como se puede observar, en la correlación de fuerzas Miguel Angel Del Río muestra mayor respaldo en la base y en la dirigencia de los partidos, sectores y tendencias que conforman el Pacto Histórico en el Atlántico, hecho que en Bogotá, la dirigencia Nacional de sectores como Colombia Humana, Polo Democrático, Partido Verde y Unión Patriótica tratan de desconocer, pasando por encima del querer de las mayorías.

El resultado de todo ese movimiento que busca imponer la candidatura de Agmeth Escaf, por encima del respaldo con que cuenta en el Atlántico, podría dar al traste con las aspiraciones del Pacto Histórico de obtener una curul auténtica y propia en la Cámara de Representantes.

Se teme que si la imposición bogotana dispone la conformación de la lista habrá ruptura y se repetirá (en sentido figurado, por supuesto) el pasaje bíblico de Sansón en el templo de los filisteos.