El informe es contundente.
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos, le atribuyó a la Policía 28 muertes de manifestantes, durante las protestas realizadas con ocasión del Paro Nacional que estalló el 28 de abril del presente año en Colombia.
En el mismo informe la ONU relata que otras 10 víctimas fatales durante el paro, fueron autoría de civiles armados y también constató 10 casos de violencia de género atribuidas a la fuerza pública.
La representante para Colombia, de la oficina de Derechos Humanos de la ONU, Julieta de Rivero, dijo que se verificaron 46 casos de muertes en la protestas, de ellas 44 civiles y 2 Policías.
En el proceso de verificación, los delegados de la ONU, que además cumplieron labores de mediación, se reunieron con autoridades, con manifestantes, con representantes de organizaciones sociales y con ciudadanos, realizando más de 600 entrevistas de las que concluyeron que en los casos de violaciones de los Derechos Humanos la Policía tuvo participación activa.
Según la comisionada de la ONU, el gobierno colombiano tiene la obligación de investigar todas esas muertes, al tiempo que hizo observaciones relacionadas con las personas vestidas de civil que accionaron armas de fuego durante las protestas, intimidando a los manifestantes.
Se trata de un tema de protección de los Derechos Humanos que el Estado tiene el deber de proteger, concluye el informe.