El escándalo ronda la venta de las boletas para el partido Colombia – Brasil

Por: Pedro Lara Castiblanco

Nuevamente surge el fantasma de las irregularidades en la venta de la boletería para el partido Colombia – Brasil a realizarse en Barranquilla el próximo 10 de octubre.

Varios ciudadanos han denunciado que habría irregularidades que estarían favoreciendo la reventa de boletas, por el hecho de que en aproximadamente cinco horas se agotaron todas las 4.000 boletas en preventa para ese partido.

Tuboleta se ha defendido asegurando que la preventa empezó este miércoles a las 2:00 de la tarde y que efectivamente se agotaron, pero anunciaron que abrieron la venta de abonos para cinco partidos, en la que hay 9.846 boletas; como quien dice el amarre para asegurar la venta de la boletería para los partidos siguientes, en una actitud especulativa que pretende obligar a los aficionados a comprar cinco boletas por anticipado.

Podría decirse que la actitud de Tuboleta viola la autonomía de los aficionados para ir o no a determinados partidos y tampoco tiene en cuenta los inconvenientes que el comprador pueda tener a futuro para asistir a los partidos e inclusive sin saber si teniendo en cuenta la posición que tenga la Selección en determinado momento sea atractivo o no ir al estadio, situaciones que podrían las cinco boletas en un auténtico hueso o una compra inútil, obligados por la posición dominante de Tuboleta.

Hoy, se puede ingresar a la página oficial de Tuboleta y se puede hacer el proceso de compra, a pesar de que tenga la fecha desactualizada porque el comienzo de la venta de abonos es el 26 de septiembre y ellos quieren aprovechar la presión indebida que están haciendo, para que la gente se afane y compre las boletas antes que se acaben en pocas horas, tal como ocurrió con las primeras 4.000 que pusieron en la preventa.

La maniobra incluye que cuando se vendan las boletas de abono se abrirá la venta de boletas individuales, pero solo hay 2.875 disponibles para ello, lo que plantea el interrogante ¿Cuánto tiempo durarán esas boletas disponibles para el público? ¿O será que irán a parar a manos de los revendedores?. ¿Aplicarán controles efectivos para evitar el acaparamiento y la especulación con esas 2.875 boletas?

Otra de las dudas que quedan es que para el partido autorizaron el 75 por ciento de aforo para el Estadio Metropolitano, que son alrededor de 33.000 personas, pero solo están vendiendo 16.821 boletas.

Ante esto, Tuboleta ha argumentado que «los aforos son los que pasa la Selección Colombia para venta, el resto del aforo los usan para compromisos con patrocinadores». Explicación que no aclara nada, porque no dicen cuántas son las boletas que pasa la selección, que no es otra cosa que la federación colombiana de fútbol, la misma donde se originó el escándalo de la pasada eliminatoria y tampoco cuántas se destinan para los compromisos comerciales.

Ante esta circunstancia, bien vale la pena que la Superintendencia de Industria y Comercio tome cartas en el asunto, antes que sea demasiado tarde, para que no suceda lo mismo de las eliminatorias pasadas.