Por: Pedro Lara Castiblanco
La coca se les fue a la cabeza.
Y no se puede pensar de otra manera, al conocer que la poderosa multinacional Coca-Cola ha lanzado una amenaza, con voz imperial, contra la comunidad indigena Nasa de Colombia, exigiéndole que cambie el nombre de su producto Coca Pola, una cerveza artesanal que los indigenas producen desde hace 4 años, a partir de la legendaria hoja de coca.
La rasquiñita de los cocacolos es porque aseguran que la marca Coca Pola se confunde con su Coca-Cola del alma y argumentan que eso configura un uso indebido de su marca, hecho que podría constituirse, según ellos, en una violación de la Ley contra la competencia desleal.
Los términos de la amenaza de la Coca-Cola apuntan hacia un proceso judicial de carácter civil contra los indigenas Nasa, quienes han anunciado a través de su abogado David Curtidor que tienen suficientes argumentos para responder a las amenazantes pretensiones de la Coca-Cola, que utiliza el nombre de una planta sagrada para los indígenas como es la Coca.
Los indigenas han tenido desde siempre a la Coca como un elemento sagrado, originario de sus milenarias tierras, mientras la Coca-Cola la ha explotado con fines comerciales, sin pedirle permiso a las comunidades indigenas y en cierto modo desfigurando y desvirtuando o tal vez aprovechando la reputación que tiene esa planta sagrada.
La Coca Pola de los Nasa, que en nada se parece ni nada tiene que ver con la marca Coca-Cola, partiendo de la base de que esta es una cerveza y aquella un refresco o bebida gaseosa azucarada, tiene una producción de 7.000 botellas al mes ante los millones de botellas de Coca.Cola que se consumen en Colombia, las que según registros del Diario EL TIEMPO indican que los consumidores de nuestro país superan el promedio mundial, el que por la época de la publicación era de 125 botellas anuales de productos Coca-Cola de un contenido de 8 onzas, por cada colombiano, nivel muy por encima del promedio mundial de ese entonces era de 89 botellas.
A esta ingrata actitud de la Coca-Cola para con la planta sagrada de la comunidad indígena colombiana, hay que sumar su mala fama en materia ambiental, ya que Coca-Cola ha sido nombrada la empresa con la mayor huella plástica en la tierra, con 2,9 millones de toneladas de envases de plástico producidas anualmente.
Creo que los colombianos debemos cerrar filas para apoyar a nuestros hermanos mayores de la comunidad Nasa. Y no veo mejor manera para hacerlo que dejando de consumir Coca-Cola, teniendo en cuenta la sugerencia de hace algunos meses de Cristiano Ronaldo.
Facilmente se les puede voltear el cutarro
Cierto, ¿Quien le dió permiso a la coca cola de usar el nombre de una planta ancestral de nuestros indígenas.?